El equipo FAS llega en una situación complicada después de su derrota por goleada ante Metapán. Aunque enfrentarse a los colíderes es un desafío, una victoria sería un bálsamo perfecto para el equipo. Sin embargo, se vislumbra como una tarea difícil debido al nivel mostrado por Metapán.
Este próximo domingo, el estadio Cuscatlán albergará una nueva edición del Clásico Nacional entre Águila y FAS, a donde el conjunto emplumado actuará como local y a donde arriba con buen vuelo.
El equipo migueleño es uno de los líderes del torneo Apertura 2024, tras acumular 7 unidades en tres partidos (sólo empató con Isidro Metapán, el otro puntero que está arriba por haber anotado más goles), está invicto y todavía no recibe goles en su portería, un muy buen arranque de campeonato.
Más aún si se analiza lo realizado en Copa Centroamericana, a donde también está invicto merced a un empate (contra Antigua en Guatemala) y una goleada frente al Port Layola beliceño (la tarde del miércoles), con lo que mantiene esperanzas para poder avanzar a la siguiente fase del torneo internacional.
Lleva volando al clásico nacional, no con un fútbol espectacular pero respondiendo en la cancha, con los ánimos por alto aunque con 90 minutos más que su rival de turno, FAS, disputados, además, recientemente con lo que estará mucho más cargado que los tigrillos.
Estos, por el contrario, marchan quintos en la tabla general, con apenas una victoria en cuatro partidos del torneo doméstico, dos empates y una derrota dolorosa ante Metapán en el Quiteño, un 0-3 del sábado pasado que hizo sonar las alarmas pues desnudó las falencias de un cuadro que dejó ir elementos importantes, que no se encuentra en defensa (7 goles encajados, el que más ha recibido, aunque en el apartado ofensivo marcha bien – 6 tantos -) y que, por sobre todas las cosas, no se entiende del todo aún a qué intenta jugar.
Sin embargo, esa “mini crisis que vive”, con críticas sobre todo al manejo dirigencial desde los periodistas hasta de la propia afición y exjugadores, puede borrarse tan rápido como llegó. ¿Cómo? Con una victoria sobre Águila el domingo. Se dice fácil, pero no lo es, sobre todo si se toma en cuenta lo bien balanceado que está el conjunto migueleño.
FAS tendrá que mostrar otra cara, y si gana, independientemente de la forma, eso significará un tanque de oxígeno para jugadores, cuerpo técnico y hasta directiva. Pero si pierde, ya mucha gente está opinando que cambiarían al entrenador… ¡apenas en la jornada 5! Pero la crisis no es deportiva, más bien es administrativa y acumulada, por eso es tan importante para los tigrillos ganar el domingo.