Hernán Darío “Bolillo” Gómez asume el mando de la Selección de El Salvador, buscando devolverle competitividad a El Salvador en Concacaf.

El experimentado Hernán Darío “Bolillo” Gómez asume el desafío de dirigir a la Selección de El Salvador, convirtiéndose en el técnico número 35 en la historia del equipo nacional.

El colombiano no es ajeno al fútbol de la región. Ha dirigido a Panamá, Honduras y Guatemala, dejando su huella en la Concacaf. Ahora, su reto es devolver la competitividad a la Selecta.

El periodista Fernando Palomo analiza la crisis de la selección salvadoreña. Entrenadores como Rubén de la Barrera y David Dóniga no lograron conectar con el plantel ni consolidar un proyecto sólido.

El problema no radica solo en los técnicos. Palomo señala que en El Salvador no se trabaja desde la base. Sin estructura, cualquier intento de crecimiento termina fracasando.

A pesar de la falta de procesos definidos, la ampliación del Mundial 2026 a 48 selecciones deja abierta la puerta. Concacaf otorga tres cupos directos y dos repechajes.

El Bolillo Gómez es un entrenador pragmático. No busca un estilo vistoso, sino maximizar las fortalezas del equipo, adaptándose a los recursos disponibles para obtener resultados inmediatos.

Uno de sus mayores retos será convencer a jugadores que se alejaron de la selección, como Alex Roldán, quien renunció por la falta de profesionalismo en el equipo.

Otro factor clave es el apoyo financiero. La estabilidad entre INDES y la FESFUT garantiza recursos, pero el desafío será construir un proyecto a largo plazo y no solo una solución temporal.